Un vino de terruño
Joya divina
No decidimos cómo será el vino; en Piedra Sagrada tenemos la suerte de poder dejar que la naturaleza se exprese cada año. Es un proceso largo, que llevamos a cabo con rigor, paciencia, un gesto preciso y la voluntad de no tomar atajos. El tiempo es nuestro aliado.
Un vino de terruño
No decidimos cómo será el vino; en Piedra Sagrada tenemos la suerte de poder dejar que la naturaleza se exprese cada año. Es un proceso largo, que llevamos a cabo con rigor, paciencia, un gesto preciso y la voluntad de no tomar atajos. El tiempo es nuestro aliado.
Piedra Sagrada, la confirmación de un terruño
Es Éric Verdier, especialista en análisis sensorial comparativo de grandes vinos, experto en clasificación de terruños vitivinícolas, quien confirmó la magia de este lugar de 3,8 hectáreas descubierto por Arturo Pérez Rojas. Desde entonces, en un diálogo espiritual con nuestro padre, realiza una selección drástica de los diferentes jugos de fermentaciones nativas y determina el ensamblaje final puesto en barricas nuevas de roble francés.
Después de varios meses de crianza, según la cosecha, Piedra Sagrada es embotellado. Pero no es hasta 5 años más tarde que será ofrecido a los amantes de los grandes néctares.
Piedra Sagrada, la confirmación de un terruño
Es Éric Verdier, especialista en análisis sensorial comparativo de grandes vinos, experto en clasificación de terruños vitivinícolas, quien confirmó la magia de este lugar de 3,8 hectáreas descubierto por Arturo Pérez Rojas. Desde entonces, en un diálogo espiritual con nuestro padre, realiza una selección drástica de los diferentes jugos de fermentaciones nativas y determina el ensamblaje final puesto en barricas nuevas de roble francés.
Después de varios meses de crianza, según la cosecha, Piedra Sagrada es embotellado. Pero no es hasta 5 años más tarde que será ofrecido a los amantes de los grandes néctares.